viernes, 24 de enero de 2020

COMPARACIÓN ENTRE LOS SAMURAI Y LOS GAUCHOS



Desde hace mucho tiempo deseaba escribir sobre el paralelismo que existe entre la figura del gaucho argentino y el samurái japonés.
A mi humilde entender existen multitud de factores y características que estos dos personajes históricos comparten entre sí y que muchas personas pasan por alto y hoy quisiera detenerme y poder destacar ambas culturas y sus semejanzas.
Espero aunque sea poder plasmar la mitad de todas las semejanzas que encuentro y que este artículo les guste y les resulte interesante.


PRESENTACIÓN DE LAS DOS FIGURAS HISTÓRICAS:
Los samurái fue el nombre con el que se conocía a una clase guerrera de la época feudal japonesa durante los siglos XI y XII, su nombre deriva de la palabra: “samuru” que hace referencia al hecho de servir u estar bajo las órdenes de alguien, esta persona era el Shogun o el señor Daimyo (lord o terrateniente) pero también se los conocía por el nombre de bushi (que significa guerrero) de allí proviene la palabra Bushido o Cámino del Guerrero, una especie de Código de honor por el cual se regían sus conductas y comportamientos.

Los gauchos fue el nombre que se les dio a un tipo de vaquero característico de las llanuras y zonas adyacentes de Argentina, Uruguay, Paraguay. No se los consideraba una clase guerrera aunque fueron utilizados para pelear contra la indiada, pero si una clase trabajadora estaban al servicio de algunos terratenientes (quienes luego de la independencia dieron forma al particular régimen clientelar del peón de campo). Aunque muchos de ellos vivían solos y alejados trabajando en el cuidado de vacunos, cultivos, utilización del cuero, etc. Aparecieron en el curso del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX y en su gran mayoría fueron habitantes semi-nómadas, con autonomía personal considerable

(Samurai y Gaucho)

INTRODUCCIÓN:
Quizas para el lector en una primera impresión se encuentre pensando que no existe nada más alejado o diferente entre estas dos figuras históricas que vivieron en paises tan distanciados el uno del otro; sin embargo poco a poco iremos deteniendonos en las semejanzas que compartian.
Durante la época feudal japonesa los samurais pertenecian a una clase social relativamente acomodada y preferencial; mientras que los gauchos siempre fueron considerados lo más bajo de las clase sociales en nuestro país (debido a que eran fruto de la unión de mestizos y criollos o a su carencia de educación) y por esta razón la clase Burguesa de la Argentina no los apreciaba y los utilizaba como carne de cañon.
Pero es hacia el final de la era Meiji (cuando la clase samurai fue abolida) cuando se aproxima mucho más aún a la figura de nuestro gaucho, cuando los samurais pierden su estatus de clase social alta comienzan a retirarse y a volverse muchos de ellos Ronin (samurais sin amo o señor al que servir) y es justo en ese preciso punto en donde ambos se encuentran más próximos.


SU RELACIÓN CON LA GUERRA:
Los Samurai estaban obligados a pelear y librar batallas en nombre de sus señores feudales en cambio los gauchos no deseaban ingresar al ejército a pelear en las guerras civiles, prefiriendo llevar una vida tranquila y apacible trabajando en el campo, sus luchas ocurrían contra los malones o la indiada, pero cuando se rehusaban a ser reclutados por el ejército eran considerados desertores. El gaucho amaba recorrer la pampa (sin alambrados ni fronteras) en la que se podía galopar a voluntad, bolear avestruces y potros, enlazar y desjarretar ganado cimarrón y alzado, vivir con absoluta libertad y mudar de pago aun teniendo que pelear cada tanto con los indios. El gaucho por lo tanto es sinónimo de libertad.
 

SU RESISTENCIA A LA MODERNIZACIÓN:
Del  mismo modo que ocurrio con los samurái al final de la época Meiji en donde se opusieron al régimen de Occidentalización y de todo aquello que tuviese que ver con procesos de modernización y perdida de sus costumbres,   los gauchos quisieron seguir viviendo dentro de su mundo tradicional hasta que la realidad del alambrado, el ferrocarril, de la inmigración en masa, de las instituciones todavía amorfas y torpes vinieron a intimarle rendición o muerte.

Y nuevamente del mismo modo que ocurrió en Japón con los samurái,  naturalmente, el gaucho, por ser quien era, no pudo entregarse sin pelear. Y como dos caras de una misma moneda gauchos y samurái opusieron resistencia a estos progresos por considerarlos y verlos en contra de la naturaleza y tradiciones que tanto amaban.

Inclusive para Sarmiento (un presidente y educador Argentino) en una carta que redactó llegó a expresar que solamente derramando toda la sangre gaucha que fuera necesaria se lograría el progreso y el desarrollo social!!. 
(Ambos personajes Samurai y Gaucho eran muy similares entre si)

Nadie comprendió entonces que tanto los samurái como los gauchos se resistían a un enorme y complejo proceso que se manifestaba en esos choques de dos concepciones de la vida, de la economía, de la sociedad. Una, que irradiaba de la urbe con urgencia perentoria; otra que se aferraba al mundo configurado por la tierra y la tradición, al cual el hombre había amoldado funcionalmente su vida, sus condiciones y sus ideales.


SU CÓDIGO DE VALORES Y DE CONDUCTA:
Los samurái poseían su propio código, sus propias leyes de conducta y de honor, manejaban de este modo también un cierto tipo de lenguaje y subcultura que solamente le era propia a ellos y a los de su clase.
Del mismo modo el habla típica de los gauchos era la llamada lengua gauchesca de caracteristica robusta, sentenciosa, elíptica, concreta, y siempre con comparaciones con la naturaleza. En todo lo cual se diferencia de ciertas modalidades ciudadanas, especialmente porteñas, que tienden más bien a la charlatanería, al tono oratorio, a la locuacidad, a la redundancia, a la garrulería verbal.

(Estatua de un gaucho y estatua de un Samurai)

El Código del Bushido, literalmente traducido como "El Camino del Guerrero", se desarrolló en Japón entre las eras Heian y Tokugawa (S.IX-XII). Era un modo de vida y un código para el samurai.
Estaba influenciado por el Zen y el Confucionismo, dos diferentes escuelas de pensamiento de esos periodos. El Bushido pone el énfasis en "Lealtad, auto-sacrificio, justicia, sentido de la vergüenza, modales refinados, pureza, modestia, frugalidad, espíritu marcial, honor y afecto".
El gaucho apreciaba y destacaba los valores de: lealtad, justicia, honor, le gustaba vivir modestamente y austeramente como lo hacian los samurai.
El gaucho al ser un hombre de características pobres y muy humildes, a penas sabían leer y mucho menos escribir, razón por la cual no tenían un Código de Conducta escrito, pero si manejaban un código de honor entre los mismos paisanos, este código de honor no se encontraba escrito pero sin embargo regulaba la vida de todos aquellos que vivían en esa época y que les dictaba cómo comportarse y desenvolverse en la vida, lo que estaba correcto o y lo que era incorrecto de realizarse.


SU CONCEPCIÓN DE LA MUERTE:
El samurai no teme a la muerte ya que creen, tal como enseña el Budismo, que tras la muerte se reencarnaran y volverán a vivir otra vida en la tierra. Los samurais son guerreros desde el instante en que se transforman en samuráis hasta el momento de su muerte, ellos no tienen miedo al peligro.

Los samurái eran honestos y de total confianza. Vivían vidas frugales, sin intereses en la riqueza y cosas materiales, pero con gran interés en el orgullo y honor. Eran hombres de valor verdadero. Los Samuráis no temían a la muerte. Entablarían batalla sin importar cuales fueran las dificultades. Morir en la guerra reportaría honor a su familia y a su señor.

De igual modo los gauchos eran personas honestas y trabajadoras a quienes se les encargaban tareas de arriado de ganado y protección de las estancias y también eran orgullosos y honorables, su palabra y comportamiento tenían mucho valor. Al igual que los samurai solo tenían un juez de su propio honor, y eran ellos mismos. Las decisiones que tomaban y cómo las llevaban a cabo eran el reflejo de quienes ellos eran en realidad.
Ellos tampoco le temían a la muerte pues era algo común para ellos ver y apreciar tanto la vida como la muerte en el campo y en tierra inospita, acostumbrados y curtidos a aguantar necesidades, frío y hambre, no eran personas que temían morir si valia la pena hacerlo defendiendo a los suyos o peleando en contra de la injusticia.

(Tanto el Samurai como el Gaucho amaban y valoraban a sus caballos)


CEREMONIA DEL TÉ vs LA CEREMONIA DEL MATE:
A menudo se asocia la falta de educación del gaucho con su inclinación hacia la superstición, también no hay que olvidar que era muy católico y creyente.
Del mismo modo el samurai tenia sus creencias en sus deidades y dioses protectores a los cuales se encomendaba.
Quizas uno de los rituales más conocidos de oriente que se conocen hoy en día sea el de la "Ceremonia del Té", un acto Zen que pone el enfasis en toda la previa y preparación a la hora de preparar y servir una taza de té para posteriormente poder disfrutarla
Dicha ceremonia encuentra su paralelismo en el mate y en su ritual de preparación y significado que tiene para el gaucho, tratandose ambos de una infusión caliente que se toma para reflexionar y encontrarse consigo mismo, con la naturaleza y con el otro. El mate al día de la fecha posee características de ritual que le son propias aunque no es tan ceremonial ni protocolar como su contra parte: la ceremonia del té. 
(La ceremonia del té y la ceremonia del mate, dos costumbres que tienen un sentimiento propio)

LOS POEMAS HAIKU Y LAS PAYADAS: 
No debemos de asombrarnos también a la hora de poder realizar una comparación entre algunos de los pasatiempos y costumbres culturales que estos dos personajes históricos compartian.
Por ejemplo era muy común en Japón sentir gran aprecio y admiración a aquellos que podian recitar poemas Haikú, que son frases cortas que poseen una metrica particular y que se basan en la expresión de las emociones y el asombro a menudo asociadas con la naturaleza.
El gaucho poseia la payada como forma de expresión y la misma era considerada también un arte y apreciada por todos  el payador, improvisa un recitado en rima acompañado de una guitarra. Cuando la payada es a dúo se denomina «contrapunto» y toma la forma de un duelo cantado, en el que cada payador debe contestar payando las preguntas de su contrincante, para luego pasar a preguntar del mismo modo, aqui lo que se destacaba era la astucia e inteligencia para responder e improvisar rapidamente. 



SUS DESTREZAS Y PREPARACIÓN:
Tanto los samurai como los gauchos eran excelentes jinetes y cuidaban a sus caballos como una parte fundamental de sus vidas, pero para el gaucho su caballo era también parte de su familia y de su sustento. Razón por la cual la relación que mantenia con el mismo era muy especial, llegando incluso a enseñarle trucos y movimientos especiales entrenandolo para realizar destrezas. 

Los samurai pasaban gran parte de su vida diaria entrenando y practicando para la guerra, pues esa era su finalidad y razón de ser. En cambio los gauchos vivian para trabajar y sobrevivir el día a día, eran criadores, artesanos, trabajadores, etc. Pero sin embargo también se entrenaban para defenderse y proteger a los suyos del acoso de los malones o afrentas de otros.

Tanto el gaucho como el samurai eran diestros en el manejo de la lanza, habiles jinetes, y grandes luchadores cuerpo a cuerpo (uno con su Katana y otro con su facon) y si bien el samurai entrenaba con el arco el gaucho tenia en su repertorio el uso de las boleadoras las cuales le servian tanto para cazar como para defenderse. 
  

SU CONCEPCIÓN DE LEALTAD
Muchos hablan de la lealtad de los samurai pero del mismo modo el gaucho era inmensamente leal a aquellos bajo su cuidado, su esposa, sus hijos y su familia. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel.
Y al igual que hacían los guerreros japoneses, la palabra de un gaucho era prácticamente un contrato dado, porque los actos y acciones de un hombre son como sus huellas; puedes seguirlas donde quiera que él vaya. No puedes ocultarte de ti mismo-


SU ÁRMA PRINCIPAL:
Para el Samurai su Katana era su árma fundamental, era el parte de su misma escencia, constituia e indicaba quién era él, su rango y posición social, etc. Y solian utilizar dos espadas una larga: Katana y otra más corta: Wakisashi.
Para el gaucho su árma fundamental la constituia su facon: una especie de cuchillo grande y largo, muy similar a una espada corta, a la que también la adornaba con simbolos que eran importantes para él.
Si bien en el proceso de fabricación y forja de la Katana poseia todo un significado espiritual y ritual, el proceso de creación de un buen facon era fundamental y la técnica correcta era celosamente guardada por los herreros de esa época.
Ambas armas eran llevadas en la cintura de estos dos personajes históricos: los samurai en su costado izquierdo y los gauchos tras su espalda. 

A la hora de defenderse los samurais contaban con sus armaduras o en ocasiones en la batalla utilizaban también pequeños escudos, el gaucho enrrollando su poncho (una tela tejida abierta que usaban de abrigo para cubrir su espalda y pecho) en  su brazo desarmado lo usaba para protegerse de las estocadas y cortes del facon de su oponente.

(Los duelos con sus propias armas cortantes : la Katana para el Samurai y el Facon para el Gaucho eran comunes)

LOS DUELOS Y CONTIENDAS
Ya dijimos que para ambos; samurai y gaucho el honor era algo importante, y ambos tambien se caracterizaban por ser orgullosos de modo que no toleraban faltas u ofensas en su contra.
Estas disputas se resolvian en los duelos y eran muy comunes por esta razón también los historiadores se confunden al ver a estos dos personajes como seres sanguinarios o violentos, cuando en realidad era todo lo contrario. El duelo era solamente otra instancia que servia para recuperar el honor y ajustar las cuentas entre hombres. Allí lo que valia era la técnica, la rapidez y la astucia para desenvolverse en el combate cuerpo a cuerpo y poder salir airoso de esta lucha.  


CONCLUSIONES FINALES:
Si algún día desean comprender mejor estas similitudes no dejen de leer la fabulosa obra del Escritor: José Hernádez " El Martín Fierro". En sus poemas comprenderan las reglas de conducta, el comportamiento honorable y el código que tenian en común estos dos personajes históricos.
Para finalizar les dejo el poema de consejos que dejo el gaucho Martín Fierro a sus hijos, les servirá para comprender cómo y de qué manera destacaban los valores del trabajo honesto, la integridad, la inteligencia, el actuar con la verdad, el no ser arrogantes, el no instigar a la violencia o a la pelea, el valor de la amistad y compañerismo, la autoconfianza y el valor, etc. Y verán de este modo cuantas cosas compartian con el viejo Código del Bushido.

Un padre que da consejos,
Más que padre es un amigo.
Ansí, como tal les digo
Que vivan con precaución: 
Naides sabe en qué rincón
Se oculta el que es su enemigo.

Yo nunca tuve otra escuela
Que una vida desgraciada.
No estrañen si en la jugada
Alguna vez me equivoco,
Pues debe saber muy poco
Aquel que no aprendió nada. 


Hay hombres que de su cencia
Tienen la cabeza llena;
Hay sabios de todas menas
Mas digo, sin ser muy ducho:
Es mejor que aprender mucho
El aprender cosas buenas.


No aprovechan los trabajos
Si no han de enseñarnos nada.
El hombre, de una mirada
Todo ha de verlo al momento.
El primer conocimiento
Es conocer cuándo enfada.


Su esperanza no la cifren
Nunca en corazón alguno,
En el mayor infortunio
Pongan su confianza en Dios;
De los hombres, sólo en uno;
Con gran precaución, en dos.


Las faltas no tienen límites
Como tienen los terrenos;
Se encuentran en los más buenos,
Y es justo que les prevenga.
Aquel que defectos tenga,
Disimule los agenos.


Al que es amigo, jamás
Lo dejen en la estacada
Pero no le pidan nada
Ni lo aguarden todo de él:
Siempre el amigo más fiel
Es una conduta honrada.


Ni el miedo, ni la codicia
Es bueno que a uno lo asalten;
Ansí no se sobresalten
Por los bienes que perezcan.
Al rico nunca le ofrezcan
Y al pobre jamás le falten.


Bien lo pasa hasta entre pampas
El que respeta a la gente.
El hombre ha de ser prudente
Para librarse de enojos;
Cauteloso entre los flojos,
Moderao entre valientes.


El trabajar es la ley
Porque es preciso alquirir.
No se espongan a sufrir
Una triste situación:
Sangra mucho el corazón
Del que tiene que pedir.

Debe trabajar el hombre
Para ganarse su pan,
Pues la miseria, en su afán
De perseguir de mil modos,
Llama en la puerta de todos
Y entra en la del haragán.


A ningún hombre amenacen,
Porque naides se acobarda;
Poco en conocerlo tarda
Quien amenaza imprudente;
Que hay un peligro presente
Y otro peligro se aguarda


Para vencer un peligro,
Salvar de cualquier abismo,
Por esperencia lo afirmo:
Más que el sable y que la lanza
Suele servir la confianza
Que el hombre tiene en sí mismo.


Nace el hombre con la astucia
Que ha de servirle de gula;
Sin ella sucumbiría;
Pero, sigún mi esperencia,
Se vuelve en unos prudencia
Y en los otros picardía.

Aprovecha la ocasión
 
El hombre que es diligente;
Y tenganló bien presente,
Si al compararla no yerro:
La ocasión es como el fierro,
Se ha de machacar caliente.

Muchas cosas pierde el hombre
Que a veces las vuelve a hallar;
Pero les debo enseñar,
Y es bueno que lo recuerden:
Si la vergüenza se pierde,
Jamás se vuelve a encontrar.


Los hermanos sean unidos,
Porque ésa es la ley primera;
Tengan unión verdadera
En cualquier tiempo que sea,
Porque si entre ellos pelean
Los devoran los de ajuera.


Respeten a los ancianos,
El burlarlos no es hazaña;
Si andan entre gente estraña
Deben ser muy precabidos,
Pues por igual es tenido
Quien con malos se acompaña.


La cigüeña, cuando es vieja,
Pierde la vista, y procuran
Cuidarla en su edá madura
Todas sus hijas pequeñas.
Apriendande las cigüeñas
Este ejemplo de ternura.


Si les hacen una ofensa,
Aunque la echen en olvido,
Vivan siempre prevenidos,
Pues ciertamente sucede
Que hablará muy mal de ustedes
Aquel que los ha ofendido.


El que obedeciendo vive
Nunca tiene suerte blanda;
Mas con su soberbia agranda
El rigor en que padece.
Obedezca el que obedece
Y será bueno el que manda.


Procuren de no perder
Ni el tiempo ni la vergüenza;
Como todo hombre que piensa
Procedan siempre con juicio,
Y sepan que ningún vicio
Acaba donde comienza.


Ave de pico encorvado,
Le tiene al robo afición;
Pero el hombre de razón
No roba jamás un cobre,
Pues no es vergüenza ser pobre
Y es vergüenza ser ladrón.

El hombre no mate al hombre
Ni pelee por fantasía .
 
Tiene en la desgracia mía
Un espejo en que mirarse.
Saber el hombre guardarse
Es la gran sabiduría.

La sangre que se redama
No se olvida hasta la muerte.
La impresión es de tal suerte,
Que a mi pesar, no lo niego,
Cai como gotas de fuego
En la alma del que la vierte.


Es siempre, en toda ocasión
El trago el pior enenúgo.
Con cariño se los digo,
Recuerdenló con cuidado:
Aquel que ofiende embriagado
Merece doble castigo.


Si se arma algún revolutis
Siempre han de ser los primeros;
No se muestren altaneros
Aunque la razón les sobre;
En la barba de los pobres
Aprienden pa ser barberos


Si entregan su corazón
A alguna muger querida,
No le hagan una partida
Que la ofienda a la muger:
Siempre los ha de perder
Una muger ofendida.


Procuren, si son cantores,
El cantar con sentimiento,
No tiemplen el estrumento
Por sólo el gusto de hablar,
Y acostúmbrense a cantar
En cosas de jundamento.


Y les doy estos consejos
Que me ha costado alquirirlos,
Porque deseo dirijirlos;
Pero no alcanza mi cencia
Hasta darles la prudencia
Que precisan pa seguirlos.

Estas cosas y otras muchas
Medité en mil soledades;
Sepan que no hay falsedades
Ni error en estos consejos:
Es de la boca del viejo
De ande salen las verdades.


LA DIFERENCIA AL HONRAR SU RECUERDO O MEMORIA:
Del mismo modo que ocurrió en el Japón Feudal la clase de los guerreros Samurai fue desapareciendo para dar lugar al proceso de evolución y modernización del Japón y esto se replicó también en América en donde los gauchos fueron dejados de lado, desplazados y hasta ajusticiados para permitir también el progreso.
Sin embargo a diferencia del Japón en donde muchos recuerdan y destacan los valores y ética de estos guerreros y honran su memoria, en Argentina no se valora esto y no se destaca el verdadero comportamiento, hay muchos que opinan que si volvieran esos antiguos y tradicionales valores gauchezcos nuestro país saldría adelante... esto es algo para reflexionar.

Espero que este humilde escrito les haya gustado y lo disfruten, volver a repasar y releer un buen libro como el Martín Fierro nunca está de más. Y también espero que hayan podido apreciar las similitudes entre los samurais y nuestros gauchos.
Hasta pronto.

Fernando A Cartofiel
Instructor de Aikido & Prof. Defensa Personal)
#SenseiCartofiel 

10 comentarios:

  1. Muy buena la comparacion, son figuras muy representativas de cada pais, y uno no se espera que tengan tantas cosas en comun!

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  2. Yo estoy haciendo un investigación similar a la que han presentado ustedes aquí mas no he podido encontrar fuentes que sostengan su versión de los gauchos y la ceremonia de mate; o por lo menos, una frase que exprese que los gauchos reflexionen mientras toman mate. Mucho agradecería si pudiesen enviarme la fuente que utilizaron para expresar la información en este articulo. De cuálquier forma, quiero decir que toda la información aquí presentada ha sido muy interesante. Sinceramente, Haruna

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  3. Brevemente. Eñ gaucho es fundamentalmente, un jinete. que vivia de la vida pastoril y todas sus habilidades estan derivadas de eso¨ el lazo, la boleadora, la desjarretadora, el cuchillo, etc., etc. El cambio, el samurai era fundamentalmente, un guerrero. Todas las comparaciones son imaginativas, asi se podria comparar al gaucho con muchos pueblos, etnias, con las cuales no tuvo ningun contacto

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    1. No es precisamente así. El samurai no solo era un guerrero, su función inicial fue la de cobrar impuestos y poner orden al servicio del Daimyou, pero con el tiempo evolucionó en una casta con diferentes expresiones. Los nobles samurai, eran hacendados y terratenientes, similares a los caudillos de nuestro país, los guerreros samurai similares a los colorados del monte, por ej, o gauchos en general de los ejércitos privados de los caudillos, eran de un menor rango militar y posición socioeconómica pero con aspiraciones a obtener méritos por sus batallas. Por otro los palacios construidos y el arte desarrollado con su mecenazgo y por los señores puede compararse absolutamente. El papel fundamental de la poesía de trasmisión oral como depositaria de la historia colectiva y en particular de la crónica de las batallas es claramente similar. Los señores fueron jinetes diestros en el Japón feudal, más el Budo replica hoy el arte de pelear con arco y flecha a caballo. Si bien la difusión del caballo fue mayor en Sudamérica, lo cierto es que los ejércitos de gauchos no fueron totalmente ecuestres, los lanceros iban a pie, y eran el grueso de la infantería de los ejércitos de caudillos. No coincido con su opinión, descontextualiza al gaucho y al samurai y los compara en ámbitos diferentes, circunsciptos, donde claramente son diferentes los contextos y no las tradiciones, la función social, etc. No pensemos al gaucho como lo pinta José Hernández, un renegado solitario en la llanura, si como un colectivo humano diverso con una pertenencia común. Los caudillos también cultivaban las tradiciones gauchas, y su destreza en ellas les granjeaba legitimidad entre el gauchaje. Tampoco se circunscriba al samurai a los célebres duelistas, Tokugawa Ieyasu, Toyotomi Hideyoshi, Takeda Nobushige, sino a todo un segmento mucho más amplio y cultural. Por último, perdonéseme la digresión, la relación de los señores samurai ha sido igual de ambivalente entre la lealtad y la sedición, la promoción y la proscripción, desde y para con el poder central -daimyou, shogun, según la época- así como la ciudad capital -Edo, principalmente- como sucediera con los caudillos de la confederación en relación a Buenos Aires -que hacía, sobretodo bajo el mando de Rosas, de un especie de proto Estado Nacional-. PD: me gustó el post

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  4. Muy interesante trabajo. Lo felicito.

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  5. Está muy romantizada y unívoca la figura de ambos Había de todo, como en todos lados.

    PD: El samurai no se oponía a la occidentalización por temor a perder sus costumbres, sino más bien porque la casta como tal se extinguiría y perdería sus beneficios de clase bastante acomodada.

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  6. EXCELENTE EN CADA PALABRA HORAS Y HORAS DE LECTURA, COMPRENCION Y COMPARACIÓN DE AMBAS CULTURAS. TE FELICITO DE TODO CORAZÓN!!!!!!

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