* INTRODUCCIÓN:
Muchos padres que son Artistas
Marciales o que les gustan las Artes Marciales pretenden que sus hijos
desarrollen el mismo gusto o afición que ellos.
Por otro lado también están
esos padres que sin conocer ni haber practicado jamás en su vida ninguna disciplina
deciden enviarlos para "que aprendan a defenderse", para "que
ocupen su tiempo libre" o peor aún: "para que aprendan a
comportarse".
Sin ningún lugar a dudas todos
los beneficios que tienen para aportar las Artes Marciales a los niños son
increíbles, mucho ya he escrito personalmente al respecto y existen cientos de
publicaciones que mencionan todos los aportes que hacen a su desarrollo
cognitivo, psicológico, emocional, social y madurativo.
* NO IMPONER NUESTROS PROPIOS
GUSTOS:
Pero el presente artículo
pretende dar cuenta de los aspectos nocivos de obligar a un niño a asistir a
clases de Artes Marciales.
La práctica de estas
disciplinas deben de vivirse con un sentimiento de libertad y disfrute y
justamente no como una tarea u obligación. Obligar a un niño a hacer algo en
contra de su voluntad o preferencia tiene un efecto contraproducente.
Lo peor que un padre puede
hacer es enviar a sus hijos a realizar una actividad que para él mismo en su
infancia quedó frustrada (como esos padres que envían a sus hijos al futbol)
buscando alcanzar algún triunfo o logro que ellos mismos no pudieron pero a
través de sus propios hijos.
Peor aún son esos padres que
presionan a sus sus hijos esperando que alcancen algún trofeo, ganen en un
torneo o competencia o se destaquen por sobre otros.
* CUIDADO CON NUESTRAS
EXIGENCIAS:
Para que esos niños puedan
beneficiarse de toda la inmensa riqueza que pueden aportarle las Artes
Marciales lo primero y fundamental es que ellos mismos decidan y quieran
asistir a las clases. Las medallas y los trofeos pueden llegar o no, pero lo
importante serán los valores, la disciplina y la confianza en sí mismos que
Irán adquiriendo en el proceso. Los niños no deben estar obligados a cumplir
con las altas expectativas de los padres o a alcanzar esas metas que sus
propios progenitores no pudieron por sí mismos.
Tantas presiones y exigencias
(sumado a la escolaridad) hace que los niños se frustren y pierdan el sentido
principal de hacer una práctica extraescolar: que es relajarse, disfrutar y divertirse
mientras aprenden Artes Marciales.
SEÑALES DE QUE SU HIJO NO LO
DISFRUTA:
Existen algunas señales
inconfundibles para saber si nuestro hijo está o no disfrutando de una
actividad:
- Si suele estar enfermo o con
dolor de cabeza el día del entrenamiento.
- Si no se muestra emocionado
cuando se acerca su práctica o se dirige hacia el Dojo.
- Si aún no se ha integrado o
después de muchos meses no tiene amigos.
- Si no habla ni comenta sobre
su práctica o lo que aprendió ese día.
En fin, cada padre conoce
perfectamente bien a sus hijos, lo importante es que si detectamos estas
señales podamos hablar con ellos francamente y ver si hay algún problema o
simplemente no quieren hacer esta actividad.
RECOMEDACIONES A LOS PADRES:
Como instructor de Artes Marciales
siempre recomiendo a todos los padres que asistan a las clases que observen
bien al profesor, su didáctica y pedagogía, si sabe tratar y trabajar con
niños, si sabe cómo empatizar y llegarles. De nada sirve que las paredes del
Dojo estén adornadas y llenas de medallas y trofeos si el instructor es incapaz
de poder trabajar al nivel de un niño y acompañarle en su proceso.
De notar esto es mejor ir a
buscar otra academia no importa que esté más lejos de su casa, lo que importa
es que su hijo se sienta contenido y trabaje en un ambiente correcto.
Además siempre es importante
que los padres muestren interés y pregunten a sus hijos cómo va su
entrenamiento, los lleven a sus prácticas, los motiven y alaben sus progresos y
mejorías.
CONCLUSIONES:
Finalmente para finalizar me
resta solo agregar que las Academias de Artes Marciales no están para
"criar", "enseñar educación", o "buenas
costumbres" a los niños!! Esa es enteramente una responsabilidad de los
padres en su hogar. Nosotros los instructores no estamos allí para
"enderezar" a un niño mal educado! Si sus propios padres fueron
excesivamente complacientes y permisivos ellos son los únicos responsables de
acomodar y guiar a su propio hijo.
Los profesores de Artes
Marciales podremos siempre acompañar y potenciar las buenas virtudes de cada
niño y ayudarle a potenciar todas sus capacidades mediante el trabajo diario.
Y desde mi humilde lugar
solamente puedo recomendar a todos los padres la practica de estas bellas
disciplinas para sus hijos, pero recuerden... sólo si ellos así lo quieren!
Espero les haya gustado.
AUTOR: Fernando A Cartofiel
(Instructor de Aikido y Prof. Defensa Personal)
➽ #SenseiCartofiel
☎ +54 9 2644856171
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