El 21 de Septiembre se celebra el Día Internacional de la Paz, declarado así por la ONU (fue un día en donde la mayoría de las Naciones estuvieron de acuerdo en trabajar en conjunto por el bien del planeta y de todos sus habitantes) qué mejor que este día recordar las palabras del Fundador del Aikido quién desarrolló el único estilo de Artes Marciales que se conoce mundialmente como: "EL ARTE DE LA PAZ".
Espero les guste este es mi humilde aporte a su memoría en este día:
(Prof. Fernando A Cartofiel)
Morihei
Ueshiba (1883-1969) fue uno de los más grandes maestros de las Artes Marciales en la historia. Fue el fundador del
Aikido, que puede ser traducido como ‘El Arte de la Paz’. Los practicantes del
Aikido se refieren a Morihei Ueshiba como O-Sensei, ‘El Gran
Maestro’. Las siguientes citas han sido compiladas de la colección de charlas,
poemas, caligrafía y tradición oral de O-Sensei.
En esta ocasión solamente dejo las citas que hacen referencia a la parte filosófica y del Budo del Aikido y no incluyo las citas que indican o hablan de conceptos técnicos y sugerencias de aplicaciones prácticas defensivas.
Uno- El Arte de la Paz
comienza contigo. Trabaja sobre ti mismo y sobre la tarea que hayas seleccionado
en el Arte de la Paz. Cada uno tiene un espíritu que puede ser refinado, un
cuerpo que puede ser entrenado de alguna manera, y un camino adecuado a seguir.
Estás aquí con el sólo propósito de entender y darte cuenta de tu divinidad
interna y de manifestar tu iluminación innata. Promueve la paz en tu propia
vida, y entonces aplica el Arte a todo lo que surja en tu Camino.
Dos- Uno no necesita edificios, ni dinero, ni poder, ni estatus, para practicar
el Arte de la Paz. El cielo está en el mismo lugar donde te encuentras, y ese
es el lugar para entrenarse.
Tres- Todas
las cosas, materiales y espirituales, se originan de una sola causa y están relacionadas
como si fueran una sola familia. El pasado, presente, y futuro están todos contenido
en la fuerza de la vida. El Universo surgió y se desarrolló de un principio, y nosotros
evolucionamos a través de un proceso óptimo de unificación y armonización.
Cuatro- El Arte de la Paz es la medicina para el mundo
enfermo. Hay maldad y desorden en el mundo porque las personas han olvidado que
todas las cosas emanan de un solo principio. Regresemos a ese principio y
dejemos detrás todos los pensamientos centrados en uno mismo, los deseos
triviales y el enojo. Aquellos que no están encaprichados en nada lo poseen
todo.
Cinco- Si no te has unido al verdadero vacío, Nunca
entenderás El Arte de la Paz.
Seis- El Arte de la Paz
funciona dondequiera en la tierra,
en regiones que van desde el espacio vasto e infinito hasta las más diminutas
plantas y animales. La fuerza de la vida es toda penetrante y su pujanza es
ilimitable. El Arte de la Paz nos capacita a percibir y conectarnos con esa
tremenda reserva de energía universal.
Siete- Ocho fuerzas
sostienen la creación:
El movimiento y la
quietud,
La solidificación y
la fluidez,
La expansión y la
contracción,
La unificación y la
división.
Ocho- La vida es crecimiento. Si paramos de crecer,
técnica y espiritualmente, es como si estuviéramos muertos. El Arte de la Paz
es una celebración de la unión del cielo, la tierra, y la humanidad. Es todo lo
que es verdad, bondad y belleza.
Nueve- Ahora y siempre, es necesario retirarse a sí
mismo entre las montañas profundas y los valles escondidos para reintegrar la
unión al origen de la vida. Aspira y déjate elevar hasta el final del universo;
expira y trae el cosmos de vuelta contigo. Después, aspira toda la fertilidad y
la vitalidad de la tierra. Finalmente, une la respiración del cielo y la de la
tierra con la tuya propia, llegando a ser la Respiración de la Vida misma.
Diez- Todos los principios del cielo y la tierra
viven dentro de ti. La vida misma es la verdad, y esto nunca cambiará. Todo en
el cielo y la tierra respira. La respiración es la cuerda que ata la creación.
Cuando las incontables variaciones de la respiración universal pueden ser
sentidas, las técnicas individuales del Arte de la Paz nacen.
Once- Considera el flujo y reflujo de la marea.
Cuando las olas rompen en la costa, ellas se encrespan y caen, creando un
sonido. Tu respiración debe seguir el mismo patrón, absorbiendo el universo
entero en tu vientre con cada inhalación. Conoce que todos tenemos acceso a los
cuatro tesoros: la energía del sol y la luna, la respiración del cielo, la
respiración de la tierra y el flujo y reflujo de la marea.
Doce- Aquellos que practican el Arte de la Paz deben
proteger el dominio de la Madre Naturaleza, la divina reflexión de la creación,
y mantenerla fresca y amorosa. El Arte de la Guerra hace nacer la belleza
natural. Las técnicas sutiles del guerrero llegan tan naturalmente como la
apariencia de la primavera, el verano, el otoño y el invierno. El Arte del
Guerrero no es otro que la vitalidad que sostiene toda la vida.
Trece- Cuando la vida es victoriosa, hay nacimiento; cuando está impedida o
frustrada, hay muerte. Un guerrero está siempre ocupado en la lucha de la vida
y la muerte por la Paz.
Catorce- Contempla los trabajos de este mundo, escucha las palabras del sabio y toma
todo lo bueno de ellos para ti mismo. Con esto como tu base, abre tu propia
puerta a la verdad. No dejes pasar la verdad que está frente a ti. Estudia cómo
las aguas fluyen en las corrientes del valle, suave y libremente entre las
rocas. También aprende de los libros sagrados y de las personas sabias. Todo –
incluso las montañas, los ríos y los árboles – deben ser tu maestro.
Quince- Crea cada día nuevamente a través de cubrirte
con el cielo y la tierra, de bañarte con la sabiduría y el amor y de colocarte
a ti mismo en el corazón de la Madre Naturaleza.
Dieciséis- No falles en aprender de la voz pura del agua
del riachueluelo de una montaña que brota continuamente salpicando las rocas.
Diecisiete- La paz se origina con el fluido de las cosas –
su corazón es como el movimiento del viento y las olas. El Camino es como las
venas que circulan a través de nuestros cuerpos, siguiendo el fluido natural de
la fuerza de la vida. Si estás separado en lo más mínimo de la esencia divina,
estás muy lejos del camino.
Dieciocho- Tu corazón está lleno de semillas fértiles esperando germinar. Al igual que
una flor de loto que brota desde el lodo para florecer espléndidamente, la
interacción de la respiración cósmica causa que la flor del espíritu florezca y
sustente los frutos en este mundo.
Diecinueve- Estudia las
enseñanzas del árbol del pino, del bambú, y del cerezo florido. El pino es admirado
por estar siempre verde y con sus raíces firmes. El bambú es fuerte, flexible e
indestructible. El cerezo florido es robusto, fragante y elegante.
Veinte- Siempre mantén tu mente brillante y clara como
el vasto espacio, el gran océano, y la cima más alta, vacíos de todo
pensamiento.Siempre mantén tu cuerpo lleno de luz y calor. Llénate a ti mismo
del poder de la sabiduría y la iluminación.
Veintiuno- Tan pronto como te preocupes con lo “bueno” y
lo “malo” de tus semejantes, creas una apertura en tu corazón para que la maledicencia
entre. Probar a otros, competir con ellos y criticarlos te debilita y te vence.
Veintidós- La brillantez penetrante de las espadas Manipuladas por los seguidores del
Camino Golpea al enemigo diabólico Moviéndose furtivamente en lo profundo Dentro
de sus propias almas y cuerpos.
Veintitrés- El Arte de la Paz no es fácil. Es una pelea
hasta el final, el asesinato de los deseos diabólicos y de toda la falsedad
interior. En ocasiones la Voz de la Paz resuena como trueno, sacudiendo los
seres humanos fuera de su inconsciencia.
Veinticuatro- Claro como el
cristal Afilada y brillante, La espada sagrada no da campo Para que el mal se
arraigue.
Veinticinco- Para practicar correctamente el Arte de la Paz deben: Calmar el espíritu y
regresar al origen.
Limpiar el cuerpo y
el espíritu removiendo toda la malicia, el egoísmo y el deseo.
Estar siempre
agradecidos por los regalos recibidos del universo, por sus familias, por la
Madre Naturaleza y por sus compañeros los seres humanos.
Veintiséis- El Arte de la Paz está basado en Cuatro Grandes
Virtudes: la Valentía, la Sabiduría, el Amor y la Amistad, simbolizados por el
Fuego, el Cielo, la Tierra y el Agua.
Veintisiete- La esencia del Arte
de la Paz es limpiarte de malicia, sintonizarte con tu entorno y limpiar tu
camino de obstáculos y barreras.
Veintiocho- La única cura para el materialismo es limpiar los seis sentidos (ojos, orejas,
nariz, lengua, cuerpo y mente). Si los sentidos están congestionados, la
percepción de uno se extingue. Entre más asfixiada esté, más se contaminan los sentidos.
Esto crea desorden en el mundo y es el mayor mal de todos. Pule el corazón,
libera los seis sentidos y permíteles funcionar sin obstáculos, y tu cuerpo
entero y tu alma brillarán.
Veintinueve- Toda vida es una manifestación del espíritu, la
manifestación del amor. Y El Arte de la Paz es la forma más pura de ese
principio. Un guerrero es acusado de detener toda contención y endurecimiento.
El amor universal funciona de muchas formas; a cada manifestación se le debe
permitir su libre expresión. El Arte de la Paz es la verdadera democracia.
Treinta- Todos y cada uno de los maestros, sin importar la época o el lugar,
escucharon el llamado y lograron la armonía con el cielo y la tierra. Hay
muchos caminos que conducen la cumbre del Monte Fuji, pero sólo hay una cumbre
– el amor.
Treinta y Uno- La lealtad y la devoción llevan a la valentía. La valentía conduce al
espíritu de sacrificio personal. El espíritu de sacrificio personal hace surgir
la confianza en el poder del amor.
Treinta y Dos- La economía es la base de la sociedad. Cuando
la economía es estable, la sociedad se desarrolla. La economía ideal combina lo
espiritual con lo material, y los mejor bienes para tranzar son la sinceridad y
el amor.
Treinta y Tres- El Arte de la Paz no depende de las armas o de
la fuerza bruta para ser exitoso; en su lugar nos colocamos en sintonía con el
universo, mantenemos la paz en nuestros reinos, nutrimos vida, y prevenimos
muerte y destrucción. La verdadera definición del término samurái es aquel que
sirve y se adhiere al poder del amor.
Treinta y Cuatro- Abriga y pule el espíritu guerrero mientras se
sirve en este mundo; Ilumina el camino de acuerdo a tu luz interior.
Treinta y Cinco- El Camino de Paz es extensamente vasto, reflejando
el gran diseño de los mundos ocultos y manifiestos. Un guerrero es un altar
viviente de lo divino, uno que sirve el gran propósito.
Treinta y Seis- Tu mente debe estar en armonía con el
funcionamiento del universo; tu cuerpo debe estar sintonizado con el movimiento
del universo; cuerpo y mente deben ser uno, unificados con la actividad del
universo.
Treinta y Siete- A pesar de que
nuestro camino es completamente diferente de los actos guerreros del pasado, no
es necesario abandonar totalmente las viejas prácticas. Vierte las tradiciones
venerables en este Arte abrigándolas con ropaje fresco, y construye sobre los
estilos clásicos para crear formas mejores.
Treinta y ocho- El entrenamiento diario en le Arte de la Paz
le permite a tu divinidad interior brillar cada vez con más intensidad. No te
preocupes por el bien y el mal de otros. No seas calculador o actúes
afectadamente. Mantén tumente enfocada en el Arte de la Paz y no critiques a
otros profesores o a otras tradiciones. El Arte de la Paz nunca restringe o
aprisiona cosa alguna. Lo abraza todo y purifica completamente.
Treinta y nueve- Practica El arte de
la Paz con sinceridad, y los actos y los pensamientos perversos desaparecerán
naturalmente. El único deseo que debe permanecer es la sed por más y más
preparación en el Camino.
Cuarenta- Aquellos que están iluminados nunca paran de
forjarse a sí mismos. Las realizaciones de tales maestros no pueden ser expresadas
acertadamente con palabras o teorías. Las acciones más perfectas replican los
patrones encontrados en la naturaleza.
Cuarenta y uno- Día tras día Entrena tu corazón hacia afuera,Refinando tu
técnica: ¡Utiliza la Unidad para golpear los Muchos!
Esa es la
disciplina del Guerrero.
Cuarenta y dos- El Camino del Guerrero No puede ser abarcado Con
palabras o con letras: Atrapa la esencia ¡Y muévete hacia la realización!
Cuarenta y tres- El propósito de entrenar es azuzar la pereza,
fortalecer el cuerpo, y limpiar el espíritu.
Cuarenta y cuatro- El hierro está lleno de impurezas que lo
debilitan; al forjarlo, se convierte en acero y es transformado en una espada
muy afilada. Los seres humanos se desarrollan de la misma manera.
Cuarenta y cinco- Desde tiempos remotos, El aprendizaje profundo
y el valor Han sido dos pilares del Camino: Por la virtud del entrenamiento, Ilumina
ambos, cuerpo y alma
Cuarenta y seis- Los
instructores pueden impartir solo una fracción de la enseñanza. Es a través de
tu práctica devota que los misterios del Arte de la Paz son traídos a la vida.
Cuarenta y siete- El Camino del
Guerrero está basado en la humanidad, el amor y la sinceridad; el corazón del
valor marcial son la verdadera valentía, la verdadera sabiduría, el verdadero
amor y la verdadera amistad. El énfasis en los aspectos físicos de la batalla es
fútil, pues el poder del cuerpo es siempre limitado.
Cuarenta y ocho- Un
verdadero guerrero está siempre armado con tres cosas: la radiante espada de la
pacificación; el espejo de la valentía, la sabiduría y la amistad; y la joya
preciosa de la Iluminación.
Ciento Once- Cuando reverencias profundamente al universo,
él te devuelve tu respeto; cuando llamas en voz alta el nombre de dios, oirás
el eco en tu interior.
Ciento Doce-
El Arte de la Paz
es la religión que no es religión; perfecciona y completa todas las religiones.
Ciento Trece- El camino es expansivamente vasto. Desde tiempos antiguos hasta hoy, aún
los más grandes sabios no pudieron percibir y comprender la verdad entera; las
explicaciones y las enseñanzas de los maestros y los santos expresan solamente
una parte del todo. Nadie puede hablar de algo así como la totalidad. Solo
dirígete a la luz y al calor, aprende de los dioses y a través de la práctica
devota del Arte de la Paz conviértete uno con la Divinidad.
Ciento Catorce- ¡La belleza divina Del cielo y la tierra! Toda
creación, miembros de una familia
Espero que este artículo les haya gustado y servido para entender que el Aikido es mucho más que un Arte Marcial físico o técnica defensiva, el verdadero practicante debe de comprender y asumir el BUDO (filosofía) que encierra sino simplemente estará haciendo algo vacío y carente de vida.
Por favor compartan el texto para que todos puedan recordar estas importantes enseñanzas.
Prof. Fernando A Cartofiel
(Instructor de Aikido y Defensa Personal Policial)
#SenseiCartofiel
Muy lindo aporte, hermoso gesto! Un gran saludo en el día de la Paz.
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